El 14 de mayo por fin nos dejaron poner el barco en el agua y como
siempre una buena temporada de la que disfrutamos todos con descubrimientos de nuevos rincones, buenas visitas a tabernas y ya que anduvimos por las islas Ciclades aprovechamos para comer KACHIKA, cabra en todas sus versiones. Buenas pescadas, a pesar de que este año no pescamos ningún atún.
Algún que otro pequeño percance, como la rotura del timón, en Milos rotura del anemómetro y luz de navegación por el choque de los palos en el Pantalan y al pasar el famoso Cabo Maleas, con 35 nudos, rompe la driza del foque y con el flamear esta se rompió. El dinghy tambien me dijo, hasta aquí hemos llegado, 8 años de trabajo. Tuve que mal comprar otro con urgencia. El 4 de noviembre me acerque a la isla de Aegina y ese mismo día me subieron el barco, para su invernada.
