Cuando sopla el viento de la aventura, hay que correr con él. Si sopla lo siento y le obedezco. Del libro de " DON FERNANDO "
lunes, 2 de septiembre de 2013
117 ESCALANTE
Un diez por mis invitados, que fueron los primeros en decir que nos diéramos el palizón para que el mecánico solucionase lo antes posible la avería del motor. Por ellos va este comentario.
Estábamos fondeados en la bahía del sur de la isla de Zakinthos, reserva de tortugas, para comenzar nuestra ruta por la maravillosa costa del oeste de esta isla. Lo haremos a motor para saborear esta costa, comimos en un recodo y a unas 4 millas de Cala Erika, donde pensamos hacer noche, cuando notamos que el barco se estaba desacelerando, produciondose la avería.
Continuaremos a vela todo lo que podamos. Sobre las nueve fondeamos en la cala del NAUFRAGIO.
Sobre las seis arrecía el viento y decidimos levantar ancla y poner rumbo a la isla de LEFKADA.
Como no, viento de proa. Un pequeño bordo y ya dejamos la isla de Zakinthos, con otro largo bordo nos ponemos al sur de la isla de CEFALONIA. El viento amaina, seguimos avanzando. Ahora un poco más fuerte y con más bordos, nos acercamos a la isla de ITAKA, para pasar la noche fondeados detrás de la islote de PERA. Son las 20 horas a 2,4 millas de nuestro destinó, pero imposible avanzar, lo que avanzábamos con la ligera brisa, al poco lo retrocedíamos, con la caída total del viento. Después de varios intentos, dado por imposible el acercarnos a la tierra del mítico ULISES.
Optamos por cambiar el destino aprovechando la ligera brisa para poner nuevo rumbo a la isla de Cefalonia, a unas 5 millas, viento casi del través. Esto fue rápido, pero ya en la ensenada de ANDISAMOS, de media milla de fondo, tuvimos que hacer cinco bordadas de CAMPEONATO y ya poder tirar el ancla.
Pasaba de la una de la madrugada, cuando por fin nos pudimos felicitar por tremenda travesía. 53 millas navegadas en este día.
La distancia a nuestro destinó, SIVOTA, isla de LEFKADA, son unas 24 millas. Salimos temprano y con poco viento, esta vez por la aleta. Navegamos por el canal entre las islas de Lefkada e Itaka. Al dejar este canal el viento es mucho más flojo y de proa, pero que nos daba para hacer un bordo directo a SIVOTA. A una milla de su entrada, nos quedamos tirados, aprovechamos para bañarnos y comer. Pensando que esta encalmada iva para largo. Atamos la proa de la neumática, a la popa del RALIP y comenzamos a empujar el barco, dando algo más de un nudo. Al poco, un barco de un inglés se ofrece para remolcarnos, gustosamente aceptamos y nos dejo fondeaditos en esta bahía.
Después de unos días de inactividad, que aprovechamos para recorrer la isla en coche. También un reencuentro con Ana y Jesús ( http://navegandoporgrecia.blogspot.gr/ ) que me invitaron a comer en lo más auténtico de esta Grecia profunda.
Y seguimos navegando, rumbo a ITAKA.
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