Navegamos dos días a vela y ya llegando a Mesolongi. Nos quedamos sin viento y le doy remolque hasta su bahía, dejándolo fondeado.
A la mañana siguiente por sus propios medios se acerco al muelle y varado quedó.
Ayer fui yo el remolcado ( mi Publicación 117) y hoy soy yo el remolcador.
Pica 121 |
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