Menuda estancia en Pontevedra. Desde hacía siete años que no pasaba más de 12 días en casa, pero este, llevo casi un mes y prácticamente encerrado. Sólo saliendo a MAL comer o cenar. Excepto tres días, el resto LLOVIENDO a todo llover. Amén de no se cuántas borrascas y de un fuertísimo temporal, que atacó sin piedad por mar, tierra y aire.
Por fin suelto amarras. Enciendo motores, allá vamos.
Por fin suelto amarras. Enciendo motores, allá vamos.
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