Las dos en su vertiente al este, tienen muchísimas calas y rincones que desbordan de vegetación y aguas transparentes. Sus puertos pequeños pero seguros, muy confortables, donde las anclas tienen buen agarre. Siempre están llenos de barcos, unos 20 veleros y algún que otro tractor. Por lo que conviene y temprano si quieres coger sitio. Fuera del puerto tienen un muy buen fondeadero. No tiene ni agua ni diésel, pero si pequeñas tiendas.
En KASTROS, siempre te recibe de muy buen agrado y te indicara como mejor ponerte y te recoge las amarras, una vez bien atracado te da la bienvenida y te invita a su taberna, donde se cena bien y a buen precio.
KALAMOS, es un lugar que transmite paz y reposo. La pequeña aldea muy bien arreglada, cuenta con un par de tabernas, un pequeño súper market y su propietario te puede contar vida y milagros de esta pequeña isla. También está un pequeño café/ bar EL.A en el alto de una casa, con buenas vistas y la mejor wifi del Jónico, su propietario muy agradable.
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