sábado, 31 de octubre de 2009

34 REGRESANDO A PUERTO BASE

Había decidido para este año regresar a finales de noviembre principios de diciembre, pero el infortunio en el casquillo del arbotante, hace que me retire antes, cancele mi segundo recorrido por la Ionicas y sobre todo el no poder compartir unos días con las tripulaciones del FRESQUITO y MASCARELL. Me vuelvo a la Isla de Aegina donde dejo el barco en el varadero de Jordan Kanonis, pero me lo tomo con mucha calma, recorriendo milla a milla, rincón tras rincón, desde Mesolonghio a Corinto y sumergiéndome para controlar el casquillo. La verdad que se hace triste el tener que dejar mi barco-casa, porque realmente ahora el barco es mi verdadero hogar, lo que tengo en Pontevedra es un sitio donde duermo y me resguarda de la lluvia y el frio. He perdido todo el apego o morriña a mi casa y al asfalto, solo vuelvo por estar con los buenos amigos/as, familia y esa peña de la "UNA A DOS", que hace que me sienta cómodo en los pocos días que estaré.
En ITEA recojo a mi cuñado Javier, que vino para pasar el canal de Corinto, pero antes lo llevare a visitar las ruinas de Delfos y luego navegamos por la costa norte del Golfo de Patras/Corinto, pasando por las bonitas ensenadas de Andreas y Paralia, al bajar a cenar nos informamos que para mañana tendremos viento del Oeste de fuerza 6 y 7, nos quedaríamos hasta que pasase, pero al llegar al barco se empezaban a notar los efectos de la borrasca, la ensenada es totalmente abierta, el barco se agitaba como una peonza sobre su fondeo, mala noche, había que escapar ya, por la mañana levante anclas y puse rumbo al puerto de Kiato a 15 millas, viento por los 60 grados, solo con la mayor, con dos rizos, estábamos en los 40 nudos de viento y levantándose un fuerte oleaje, a mitad de camino, teníamos viento entre 42 y 52 nudos siendo el pico más alto de 59. Amarramos de costado en el muelle de dentro y ya vimos la cantidad de amarras que tenía el Finlandés, buena razón tenía, la resaca era tremenda y yo sufría con cada tirón, reforzando las cornamusas con las escotas templadas en los winches, a las 6 de la mañana el finlandés soltó amarras y yo detrás, había bajado mucho el viento, sobre los 35 nudos, puse rumbo al CANAL DE CORINTO, que una vez mas lo he cruzado y lo disfruto más. Dos horas de motor ( sufriendo interiormente) y el eje perfecto, el casquillo no se movió, todo va bien ya respiro, estoy cerca de Aegina.
Paso obligado por Corfos para bien cenar y despedirme de la familia que regenta la Taberna de Pako.
Ya estoy en la Isla de AEGINA, Javier se despide y yo comienzo con el desmantelamiento del barco, el día 21 lo suben a tierra, seguiré desmantelando y pequeñas reparaciones, el 30 me voy Atenas y el 4 de noviembre estaré en Pontevedra.
Pica34