Ordenado el barco, la despensa llena y preparados los artilugios de pesca, salimos de Porto Rafti con rumbo a la primera isla de las Ciclades, KEA. Hicimos una parada en una de sus calas para comer saboreando el primer atún de la temporada. Continuamos a otra cala y no terminamos de poner el ancla y nuestro pescador, ya estaba con la caña sacando la cena que nos preparo nuestro gran cocinero.
Por la mañana levantamos nuestros artilugios de pesca y sacamos una morena y un pequeño congrio. Desayunamos y nos fuimos a una sima de 147 metros para sacar unos cuantos pescados, para preparar un sabroso caldero de arroz. Esto en la isla de SYROS. Paseo por la capital administrativa de todas las Ciclades, es hermosa y elegante su edificaciones son todas de estilo veneciano, ya que fue una gran potencia comercial en el siglo XIX.
Navegamos a la gran bahia de Naoúsis en la isla de PAROS y de aquí a isla NAXOS. Entramos en el puerto y nos encontramos con cuatro barcos españoles. Compartimos una agradable cena con algunos de ellos en la taberna de Irinis, después de haber paseado por las bonitas calles. Como ya tenemos un aviso de temporal de viento con fuerza 7y 8, decidimos pasarlo en la Isla de DESPOTIKO, donde quedamos con dos barcos españoles de unos buenos amigos.
En nuestro ruta volvimos a parar en la isla de Paros, en el puerto de PAROIKIA, que a la diferencia de todos los pueblos de estas islas es que este no tiene ni cuestas ni escaleras. Como no teníamos muchas ganas de cenar y teniamos que meter al cuerpo algo de carne, nos fuimos a un GYROPITA donde cenamos por 6,50€ por cabeza, incluido vino y cervezas.
Llegamos a La isla de DESPOTIKO y tire el ancla entre las popas de los dos barcos españoles, nos saludamos muy brevemente ya que empezaba a asomarse el temporal de viento.
Por cierto, de los cuatro barcos españoles solo el mío tiene la bandera Española, los otros ya se cambiaron a Holandesa. Y yo también me lo estoy pensando.
Después de dos días y medio, por fin levantamos ancla y nos vamos a la isla de IOS. Para mi de las islas Ciclades es la que tiene la chora ( Pueblo ) mas bonita, en lo alto del cerro. Aquí fue donde HOMERO vivió sus últimos años. A no mas de dos horas de navegación esta la súper conocida y joya de las Cicladas, la isla de SANTORINI.
Isla de SIKINOS. Dos veces pase por delante de ella y no me había parado. Esta tercera vez hice escala en su único puerto, pequeño, pequeño, lo justito para dos barcos y con solo 30 cm. bajo la quilla. Pero valió la pena, es una cucada de aldea en el puerto y una Chora en lo mas alto de la isla, sus calles empinadas y escaleras, el único plano es la pequeña plaza con la iglesia. La distancia que nos separa de la siguiente isla, FOLEGANDROS, 7 millas se hicieron con un poco mas de tiempo ya que tardamos casi una hora en sacar un Marlín y una parada antes de entrar en el puerto para descuartizar en lomos el bicho, comer una parte y la otra para hacer mojama.
Folegandros, una isla con fama de ventosa y cierto es. Pero vale la pena hacer una parada y subir a su bonita chora y cenar en una de sus plazas o calles.
Siguiente destino a la isla de POLIEGOS, pero debido a que sus calas están abiertas al oeste de donde viene el viento de fuerza 5, seguimos unas pocas millas mas a la isla de KIMOLOS. Un puerto muy acogedor y su chora de 700 habitantes, todavía no ha sufrido el impacto del turismo.
Y ya muy cerca se encuentra nuestra última isla, MILOS. Recorrimos toda su costa empezando por el noroeste. No parábamos de decir que bonita es su costa con múltiples y variados colores. Buenas calas y ensenadas, en una de ellas pudimos contemplar una foca monje. También nos cruzamos con una tortuga bastante grande.
Dejamos las islas Ciclades y nos vamos al Peloponeso.
De la PESACA os diré que todos los días que comíamos y cenábamos en el barco fue a base de lo pescado por nosotros. Sacamos unos cuantos kilos de pescados variados de roca, con caña y nasa, al currican sacamos un Marlín, dos Melbas y cinco atunes de 9 kg. de media y buceando algún marisquito.
