54 REMONTANDO EL PELOPONESO

Dejamos la agradable marina de Kalamatta y ponemos rumbo a KORONI, fondeamos en su rada norte. Su dominante fortaleza hace de istmo entre las dos radas, la más cómoda es en la que fondeamos ya que tiene, los comercios, más tabernas y servicios. Aquí hizo su aparición la primera tormenta de la temporada por lo que ya decidí poner la capota anti rociones.
Por fin, aleluya, increíble, el viento NO VIENE DE PROA, con vientos portantes llegamos a METHONI, fondeamos y hablamos con el único barco, un ingeniero brasileño que estaba dando la vuelta al mundo. Visitamos la fortaleza donde estuvo preso por los turcos, Miguel de Cervantes.
Seguimos con vientos portantes, que gustazo de navegación hasta la gran bahía de Navarhone, amarrando en el puerto de PILOS, junto a otros barcos que ya conocíamos por coincidir en otros puertos, debido a que venían fuertes tormentas, todos decidimos quedarnos dos días.
Salimos de Navarhone, por el pequeño canal entre sus farallones, encontrándonos olas de más de 2 metros pero muy tendida y sin fuerza, viento flojo portante, de unos 15 nudos. Entramos en KIPARISSIA, seguimos encontrándonos todos los barcos, muchos de ellos ya de retirada a sus puertos base. El puerto tenía mucha resaca y al estar abarloados al muelle, las defensas y amarras hicieron un buen papel. Agua, electricidad y amarre totalmente gratis, el pueblo un poquito alejado y muy cuesta arriba.
Que si, que yo tampoco me lo creía, sigo con vientos portantes, un poco más flojos pero ideal para llegar al puerto de KATAKOLO. Amarramos en la marina 10€/día con luz y agua, atendiéndote el agradable y servicial Sr. León (es bueno conectar con él antes de llegar por el canal 12). De los tres días que estuvimos lo más sorprendente, las visitas de Transatlánticos, que paraban: tres, seis y cuatro. El mini pueblo empezaba su actividad sobre las siete y a las cinco de la tarde se convertía en una ciudad fantasma. En el tren fuimos a visitar las ruinas de OLYMPIA, me gustaron más de lo que esperaba.
Nos desviamos hacia el oeste unas 15 millas para dar la vuelta a la maravillosa isla de Zakynthos, de la que hablaré en un capítulo aparte, y vuelta al Peloponeso, al puerto de KILLINI, también con luz, agua y amarre gratis. Este tiene una muy pequeña aldea y mucho movimiento de ferrys, ya que desde aquí se suministran todas las islas Iónicas.

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