A las 18:48 horas soltamos amarras, doblamos el espigón e izamos la mayor, viento de 23 nudos de suroeste, por lo que decidí salir a motor hasta fuera de la ría, izamos foque y apagamos motor.
Sobre las 22:00 horas rolo el viento a oeste con 26 nudos, por lo que opte tomar dos rizos, e ir mas cómodos en nuestra primera noche y pusimos en marcha el sistema de guardias de tres horas, a pesar de estar todos en la bañera, abajo uno se marea mas y muy pronto empezaron los primeros mareos y a trasegar el cubo de un lado a otro. Amanecimos frente a Oporto y seguimos con los dos rizos todo el día, teníamos viento del norte con una media de 32 nudos, poco a poco ya nos fuimos acostumbrando al movimiento del barco, teníamos olas de cerca de tres metros, y ya le metimos alimentos al cuerpo y éramos capaces de bajar a los camarotes y permanecer un buen rato. AL llegar a las 24 horas de navegación habíamos cubierto 142 millas, todo un record para mí, en mi octava baja del Atlántico. Al atardecer el tiempo empeoró, teníamos olas de 4 a 5 metros y viento de 45 nudos, por lo que decidí arriar toda la mayor y enrollar el foque a modo de tormentín. EL timón automático no podía aguantar por le que empezamos a llevar la rueda a mano y por turnos de una hora, lo que llevo también hacer las guardias de una hora y dormir una hora y tres cuartos, fue una noche muy dura ya que navegábamos con viento del norte de 43 a 46 nudos y alcanzamos varios picos de 56 nudos, afortunadamente el barco se comporto como un ser vivo (Frase de Motesieur) no nos hizo ningún engaño o extraño, siempre fiel y no bajando de los 6 , 7 nudos de velocidad. Al amanecer fue amainando y ya divisamos el cabo de San Vicente, que lo cruzamos con poca ola viento de 12 nudos y todo el trapo rumbo a Vilamoura, que entramos sobre las 19 horas, nos dimos una buena ducha, falta nos hacía, ya que nos pasamos tres días sin lavarnos e incluso la segunda noche dormíamos con las botas y trajes de aguas puestos. Cenamos, un café y las copas las tomamos en el barco, finalizando así nuestra primera etapa. Segunda Etapa. Al día siguiente 3/04/07, salimos de Vilamoura con buen tiempo y viento de 24 nudos, lo que en ese momento era para nosotros una ventolina, seguimos así y al llegar a la altura de Tarifa decidí poner el código cero (Genaker enrollable) y en el momento de enrollar el foque, PLAF, partió el stay. Que suerte poco viento y de aleta, el beibistay y el código cero, aguantaron el tirón y no rompió el palo, lo que rápidamente bajamos la mayor y afianzamos el palo por proa, pusimos motor y proa a Gibraltar. Ah! Gibraltar. Un puerto de mierda que cuando ya estábamos bien atracados y realizado todos los tramites, nos dirigíamos todos a darnos una buena ducha, cuando nos comunican que tenemos a Tucho y a Rafa totalmente ilegales, por Tucho nos admitían, pero por Rafa que ni de coña, le había caducado el DNI en el 2002 y el de conducir en el 1997, por lo que teníamos que abandonar Gibraltar. Al final nos vino muy bien, nos dirigimos al puerto del Club Marítimo Linense, que nos atendieron de maravilla, no nos cobraron y entablamos relación con José Luís Leal y nos recomendó el Bar Restaurante Los Tomilleros, ¡que bien cenamos!.
 |
| Pica3 |
Me puse en contacto con Paolo de Mercanautic de Barcelona que me puso en contacto con el Velero Antonio de Estepota para la reparación. Tercera etapa. Salimos de La Linea sorteando a las veintena de petroleros y otros cacharros que estan fondeados delante y detrás de Gibraltar, son gasolineras y almacenes, para abastecer a otros barcos que se acodan y hacen el trasvase. Delante del peñón donde se unen el Atlántico con el Mediterráneo, nuestro pequeño Luís tuvo la valentía de tirarse al agua y darse un chapuzón, lo que fue motivo para que se abriese el barril de cerveza reservado para este acto y bebiéramos a la salud del cambio de aguas, y después de navegar cinco horas a motor, un sufrimiento para los velistas, llegamos a Estepona, ducha rápidas y nos fuimos al pueblo, vimos la procesión y cenamos con Tino y Lola, que estaban de vacaciones, por supuesto cenamos pescaditos, mas salmonetes. Al día siguiente viernes santo, vino Antonio el velero, desmonto el Estay y lo llevamos entre todos a su taller, comimos en el barco, dimos una vuelta por el pueblo y cenamos en el Restaurante La Escollera, mas pescaditos, también cenamos muy bien, nos acostamos pronto y a las siete de la mañana Tucho y Rafa se levantan y despierta a todo el personal, nos hacen madrugar y a las nueve me abandonan y se van en taxi, a buscar el coche de alquiler para volver a Pontevedra. Seis días más me que dé en Estepona, menos el último día, siempre lloviendo y frío. Me entretuve haciendo trabajitos en el barco, empezar este libro, paseo en bicicleta y estar alguna vez que otra con los primos de Pilar. El viernes por la mañana Antonio me montó el stay que dio bastante trabajo, tengo que decir que no me cobro mucho, magnifica persona, de echo todo el mundo lo conocia. Fui a cenar a casa de los primos y quedamos en que me acompañaban en la siguiente etapa, que será mañana sábado. Cuarta etapa. Salimos de Estepona el sábado 15/04/07, con buen tiempo, me acompañan en esta etapa los primos Joaquín y su hijo Iñaki, hacemos una travesía con viento de 18 nudos y olas de 0,70 a 1 metro. Llegando a Fuengirola, recogemos velas y al dar la marcha, la escota de estribor que se había caído al agua, fue absorbida por la hélice y frenada. Me lance al agua corte la escota y un pequeño cabo de red que también estaba enrollado, no lo quite del todo y lo dejo para otro momento ya que el barco se balanceaba bastante y me golpeaba en la espalda. Atracamos, me despedí de los primos y una vez mas me he quedado solo, me di una buena ducha, me hice una sopa de sobre, que porquería sabía mas a pienso que a sopa de cocido, a pesar de las gracias que yo le añadí. Fuengirola es una ciudad grande, aproveche la mañana del domingo para dar una vuelta, hasta el atardecer metido en el barco con todo cerrado, hace un calor de justicia, ayer con jérsey y hoy en bañador.
No hay comentarios:
Publicar un comentario